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Inspiración desde Arica: La historia de Camila Cáceres en Jóvenes Programadores

Camila, es estudiante de cuarto medio del Liceo A1 de Arica y ha realizado diversos cursos en Jóvenes Programadores. Su mamá, Carolina, ha visto la motivación de su hija al estudiar en esta iniciativa. Ambas compartieron su experiencia en entrevista con el equipo del programa.

La conexión con Jóvenes Programadores nació a través del Liceo A1 Octavio Palma Pérez en Arica, donde la profesora Janet Peñailillo, especialista en tecnología, introdujo el programa en el aula, permitiendo que estudiantes de diversos cursos tuvieran acceso a esta iniciativa. Fue en ese momento donde Camila conoció el programa y decidió inscribirse.

Camila estaba entusiasmada y quiso participar en una variedad de cursos, desde Scratch hasta programas de inglés, mostrando un gran interés en diversas áreas y obteniendo certificaciones en todos ellas. Destacó la calidad de los cursos, describiéndolos como interactivos y entretenidos, lo que le ayudó a mantener su motivación y claridad en el aprendizaje. Según indicó: “La verdad es que los cursos fueron muy entretenidos y eran muy interactivos, como que no te podrías aburrir viendo los videos, haciendo cada actividad. Quedan muy claros”.

Carolina Gallardo, compartió que los cursos no solo mantuvieron a su hija motivada, sino que también la ayudaron a explorar y fortalecer sus intereses, beneficiando su desempeño escolar de manera positiva. En sus palabras, “Camila es una excelente alumna, pero los cursos realmente la motivaron más, le gustaron, todo fue positivo”.

En cuanto a su futura carrera en pedagogía diferencial, Camila expresó su gratitud por haber tenido la oportunidad de participar en cursos de programación, graduándose de cursos como el introductorio de Python, el de aplicaciones móviles y el introductorio de inteligencia artificial. Reconoció que estas habilidades le proporcionan herramientas valiosas para su futura profesión. Destacó la posibilidad de utilizarlas para trabajar con niños, ya sea creando páginas web o aplicaciones educativas. “Hice un curso de programación, así que con eso puedo apoyarme para encontrar trabajo o incluso puedo crear páginas web para trabajar con los niños y niñas”.

Ambas recomiendan el programa a otras personas, enfatizando que esta oportunidad no tiene límite de edad y está abierta a todas las personas que deseen participar y aprovechar sus beneficios.

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